La Bruja Ponpañal y el Pequeño Caballero P

En un país no muy lejano vivía un gallardo pequeño caballero llamado P. Todas las mañanas levantaba a su mamá con la mas bonita y hermosa de sus sonrisas. Ella, sabedora que los juegos estaban a punto de empezar, dejaba entrar el sol para que el Pequeño Caballero pudiera hacer uso de sus destrezas. Recorría la cama y la cuna gateando o caminando, dependiendo del apoyo, una y otra vez y las risas inundaban la habitación.


«Jajajaja» se oía reir tanto a la madre como al hijo.


Mamá lo besaba,  lo abrazaba y le hacía cosquillitas,  algo que el valiente pequeño caballero le encantaba, él a cambió le hacía pedorretas. Y de vez en cuando,  sediento aprovechaba para echar un traguito. Risas y más risas se oían en la habitación. Pero lo que no sabía el pequeño caballero es que según pasaban los minutos se cernía sobre él el mayor de los peligros. 


Los juegos y las risas cesaban, su querida madre avanzaba hacía tierra enemiga, le gritaba para que no fuera,  pero parecía no entenderle,  se daba la vuelta un segundo y decía «aba» , sí, eso era lo había salido de los labios del pequeño caballero, pero en realidad le había dicho «No vayas mamá» y veía cómo según se alejaba se desvanecia la figura de su tan amada mami y en su lugar aparecía la temida Bruja Ponpañales con la mayor de las amenazas: Un pañal. Sí la criptonita es el talón de aquiles de Superman,  el pañal para el pequeño caballero P era aún peor,  la peor arma que se podía  blandir en su contra,  y lo peor de todo es que la Bruja Ponpañales venía disfrazada de su amada madre. Pero a él no le engañaba,  corría y corría hacía su cuna,  lugar en el que seguro se sentía,  pero las garras de la malvada acababan por atraparle. 


¡¡Ooohhh!!! ¡¡Pobre Pequeño Caballero!! Llora,  grita y se revuelve. No puede perder la batalla!! Pero la malvada bruja esta lista: tiene el pañal,  las toallitas y el cambiador,  lista para el ataque. 


El caballero  P se revuelve,  se zafa de su captora,  pero es muy rápida y lo vuelve a apresar. Él contraataca,  tiene su arma secreta dentro del pañal, signo de la anterior batalla perdida: una informe y maloliente masa que seguro logra repelerla y alejarla. ¡Pero no!,  la bruja Ponpañales logra esquivarla con toallitas humedas. ¡¡Horror!! 


Ahh,  pero la malvada se despista y el grandioso caballero se vuelve a zafar,  pero ¡ oh no! ha perdido su arma secreta, ¿cómo se va a defender ahora?¿Qué va a hacer? Intenta huir, sin darse cuenta que no hay salida, toma la dirección equivocada y lo vuelve a atrapar,  llora y grita aún mas fuerte,  pone cara mimo para lograr echar a la malvada bruja del cuerpo de su mamá y de repente,  ¡oh! ¡es ella!,  su amada mama, ella le coge,  le abraza y le besa. Aunque la bruja ha gando la batalla del pañal,  no importa porque esta en los brazos de la persona que le quiere en este mundo: su mamá. 


FIN

Batalla basada en hechos reales, los personajes también son reales, menos la Bruja Ponpañales que surge de la imaginación (aunque para nuestro héroe P puede que sea real 😈) 

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